MÁS ALLÁ DE LO RAZONABLE
El León olfateó el trozo de carne y frunció el ceño.
–Creí que estaba en mejor estado.
–Lo que creemos que es la realidad –dijo el hipopótamo–, parecería ser algo imperfecto.
–Esperaba un banquete–gruñó el León–, y me trajeron esto.
El hipopótamo respiró profundo.
–Y las fantasías que tenemos, incompletas.
–Yo mismo podría cazar mil gacelas mejores.
–¿Existira la perfección solo en la locura?